martes, 3 de febrero de 2015

casi fin de semestre

cosas que escribí hace cuatro meses para tener una guía de qué hacer, de qué quería hacer. cosas que he ido cumpliendo, poco a poco. no son objetivos, sino maneras en las que me apetecía seguir cambiando mi vida, maneras que estaban empezando a funcionar. algunas son muy concretas -es más fácil aceptar que he cumplido esas- y otras empiezan a formar parte de mí. ahora tengo cinco semanas fuera para resituarme y seguir aquí, exactamente aquí, donde quiero estar. 

me voy a abrazar a mis dos personas, a mi familia. me voy a dormir en los vuelos a creta, a leer a yiannis ritsos, a romperme el pecho subiendo el olimpo, a devorar dulces de tesalónica. 

bis März, Leipzig... bis Frühlingszeit!




cosas que quise hacer y aprendí a hacer y seguiré empezando a hacer


Hacer yoga. Disfrutar yoga. Dejar de pensar en lo que pensarán de mí si hago yoga.

Comer sano. De una vez. Dejar de saltarme comidas, de atiborrarme otras veces y de beber refrescos, aunque sean light. Parar de contar calorías y sentirme feliz con lo que como. Variar mi alimentación; se puede ser vegetariana, pero no aburrida. No usar la comida para autocastigarme.

No autocastigarme.

Sentirme independiente, pero no desvinculada a nivel emocional. Permitir que la gente esté dentro de mi vida.

Utilizar mucho menos el ordenador. Y eso que ya lo uso menos de dos horas al día.

Cuidarme más. Pasar más tiempo echándome crema, dedicar más ratos a meditar, leer o calcetar en parques...

Identificar pensamientos negativos y transformarlos en algo positivo, en un impulso.

Pasar a nivel avanzado de alemán a finales de 2014 y tener conversaciones fluidas.

Pedir perdón a todas las personas sobre las que he dicho cosas malas, en particular si todavía no lo saben.

Pedirme perdón a mí. Perdonarme.

Leer los libros de Anne Carson que se acumulan sobre mi mesita.

Cansarme del cinismo. Del mío, pero sobre todo del que representamos como generación.

Posicionarme y moverme desde una posición. Volver al folk, cambiar de idioma, ser un poco más de verdad, hacer voluntariado y liarme con talleres BDSM. Salir de todos los armarios que me quedan por romper. 

Crear rutinas para llevarme de la mano hasta que sepa moverme en mis nuevos lugares.

Reconocer que me han pasado cosas malas y que tengo derecho a sentirme frágil. Dejar de pedir perdón. 

Hablar. Speak out. Sacar lo que tengo dentro. Desgranarme.

Redefinir la palabra tabú.

Desnudarme.

Descubrir otra vez mi cuerpo. Olerme. 

Currar con adolescentes que sufran bullying porque it gets better.

Disfrutar de ser adulta. De no llegar a serlo nunca.

Encontrar un trabajo más estable que dar clases particulares.

Apartar a las personas que me hacen daño. Dejar que se vayan. Aceptar que la toxicidad de las relaciones no es culpa de esas personas, ni culpa mía, sino de una mala conexión, de un error de tiempos o de una sucesión de equivocaciones. Romper los modelos de víctima y victimarix.

No aceptar que nadie enjuicie mi vida sexual. 

Pedir perdón a lxs amantes con lxs que he sido una perfecta desconsiderada, por las veces en que he confundido independencia con falta de cuidado.

Querer. El cariño. El calor. Dormir abrazadxs. Eso.

Travestirme más. Jugar más. No tener miedo. Comprarme otra polla de silicona. No tener miedo. Pintarme la barba. Jugar más. Camisas y tirantes.

Raparme el pelo cuando sea invierno y haga mucho frío.

Intervenir y actuar. Hablar cuando vea algo injusto, pero no criticar. Abandonar la posición cómoda de la queja y decir las cosas.

Reconocer mis prejuicios inconscientes sobre las etnias, sobre el género, sobre las opciones. Seguir cuestionándome y aprendiendo.

Leer mucho, mucho más.

Seguir en serio con sueco.

Ver Tesalónica al anochecer.

Quererme mucho. Quereros mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario