martes, 21 de octubre de 2014

muertos

no se me va a olvidar nunca
la imagen en el tren
el corsé blanco bajo el vestido
los parques de compostela
que aún no conocía

no se ve me va a olvidar nunca
y estoy tan agradecida
de que fuese así
estoy tan sinceramente
agradecida
de que fuese así

haberme visto los ojos
en casa de blake
haberte arrancado los ojos
masticando
despacio
el jugo tan seco
la carne sin agua
las palabras vacías

quemamos los parques
y aprendí a tomar decisiones
a soltar responsabilidades
de la peor manera posible

hay tantas cosas que ya no se parecen entre sí

me cuesta determinar la desconexión
el miedo a la dependencia
el reflejo en violeta
no tener tiempo nunca y encontrarlo siempre
morirme de miedo
a volver
a ser
la misma
el mismo

las canciones que deberían haberme enseñado
a sentir o a querer
se quedaron en una anécdota
de hace varios siglos
y me faltó siempre
la pasión
la necesidad
de engancharme
la capacidad
para engancharme

yo nunca fui capaz de dejarlo todo
de venderte la vida
de venderte mentiras
de dejarme caer
por ti
y sin embargo
me caí tanto
para sujetarte

al final
me he quedado sin figuras
metáforas sobredimensionadas
cubriéndome los dedos
y ya no se me da bien escribir
sobre hospitales sangre pulsaciones
metal frío
porque me siento
minúscula
e irrelevante
cuando perfilo
las vías
en las venas

tengo
tanto
miedo
de volver
a ser
la misma
el mismo

este proceso tan doloroso
y limpio
ir bajando el bisturí por las costuras
que todavía sujetan
tu cuerpo inerte
tu cuerpo que ya no puede lastimarme
como una cáscara vacía
una oruga hipertrofiada
a la que se le haya olvidado la primavera
cada
puntada
que corto
me duele bajo las costillas
me abrasa la pulpa azul
de los huesos

no puedo detenerme un segundo
no puedo mirar adelante
ni atrás un solo segundo
si quiero arrastrar
esta cáscara vacía que eres
hasta el borde de la casa
hasta el alféizar
de las ventanas que he conseguido abrir
en el borde de la casa

describo el espacio
de tus manos-cadáver
de tu sombra-cadáver
que es la imagen de lo que yo fui
una vez
muchas veces
(defino palabras de marguerite
yourcenar:
tus manos
salvando mundos)

el hilo que me sujeta a la imagen
de quien fui
es más tenaz
que mis manos
y hundo los dedos en las costuras
hundo los dedos debajo de la piel
para arrancarme así
de mí
mutilando mi cuerpo con mi cuerpo
mordiendo la extensión
roja
del vientre

avanzo
hacia el equilibrio

donde he cortado
apoyo los dedos
donde he arrancado
cierro la herida
donde he quemado
acaricio
en silencio

vuelvo
a mí
y construyo
un yo
donde
existamos
todos


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